Las lámparas de escritorio son herramientas destinadas a que los alumnos cumplan de manera correcta con sus tareas. Una de las preguntas más habituales a la hora de posicionar las lámparas de escritorio es en qué lugar ubicarlas, por no desperdiciar espacio y proporcionar comodidad. Se aconseja que las personas diestras la coloquen a la izquierda y las personas zurdas a la derecha. Además, para evitar reflejos cuando estemos usando el ordenador, aconsejamos utilizar una luz que no apunte directamente a la pantalla.
Independientemente a esto, existen una serie de factores a tener en cuenta a la hora de comprar lámparas de escritorio, como el tono y la intensidad de la luz, los cuales afectan a la concentración y al cansancio.
Una buena lámpara de escritorio debe recoger una serie de condiciones tanto en su diseño como en la calidad de luz que transmite. Para empezar, no es conveniente utilizar una lámpara como única fuente de luz, ya que el contraste de zonas oscuras y zonas iluminadas produce fatiga visual manifestándose con somnolencia, sequedad ocular, picor de ojos y falta de concentración.
Lo recomendable es tener una lámpara de techo para una iluminación general y un flexo orientado hacia la zona de trabajo.