Las lámparas de pared son iluminaciones que se colocan en paredes
verticales. Suelen ser de tamaños reducidos y no destacan por su gran luminosidad: la mayoría de ellas tienen una función decorativa y no funcional.
Por norma general, usamos lámparas de pared en las siguiente circunstancia: Para iluminar una zona concreta de una pared potenciando un elemento, por ejemplo, un cuadro. En este caso se emplean pequeñas lámparas que focalizan la luz hacia un punto en concreto. Por otra parte, se utilizan también para iluminar toda una zona como bien puede ser una pared o una parte de un baño. Pero por lo general, cuando se recurre a una lámpara para la pared no se busca una gran luminosidad, si no que se busca tener un elemento decorativo para añadir estilo a la estancia.
A continuación, te presentamos las principales características de una lámpara de pared. En primer lugar, la luz transmitida se encontrará muy focalizada a un punto en concreto, por ser fija. Por otra parte, al tener una función decorativa la mayoría de veces, no es necesario buscar la máxima potencia de luz, ya que no se necesitan para iluminar grandes espacios.